Dieta blanda: qué es, alimentos permitidos y cuándo está indicada

A lo largo de nuestra vida hay diversas situaciones que pueden aconsejarnos seguir una dieta blanda: una operación quirúrgica, una gastroenteritis o un problema bucal en dientes o encías o al tragar (por ejemplo por una inflamación en el esófago)…  

Te contamos qué es una dieta blanda, cuándo está indicada y cuáles serían los alimentos permitidos en estas situaciones.

Realmente el término “blanda” no aplica a todos los casos, pues puede tratarse de una dieta blanda en la que incorporemos alimentos no tan blandos. Por ejemplo, en los casos de gastroenteritis, podríamos llamara a la dieta “de protección gástrica”, que incluiría alimentos de fácil digestión.

Podríamos definir, por tanto, dieta blanda a aquella basada en alimentos o bien fáciles de digerir o de masticar, elaborados sin condimentos, grasas ni sustancias irritantes para el aparato digestivo o que estimulen la secreción de jugos gástricos.

La dieta concreta dependerá de la situación del paciente y se adaptaría a su caso concreto y necesidades específicas.

Alimentos dieta blanda

Antes de detallar los alimentos de una dieta blanda, debemos distinguir entre los diferentes tipos de dieta blanda. Ésta puede ser:

  1. Astringente cuando la finalidad es frenar una diarrea, o una gastritis.
  2. No astringente, cuando se debe a problemas al masticar o tragar, por ejemplo, tras una cirugía de mandíbula
  3. Específica cuando se realiza antes de una operación quirúrgica o prueba (colonoscopia).

La dieta blanda más común y a la vez más conocida es la astringente, que como decíamos, tiene como objetivo disminuir los movimientos intestinales, así como el volumen y la frecuencia de las deposiciones.

 

Algunos alimentos indicados en la dieta blanda astringente serían:

  • Arroz: cuenta con propiedades astringentes que mejoran el estado de la gastroenteritis.
  • Sémola de trigo: pesto que cuenta con bajos niveles de fibra que pueden mejorar esta afección.
  • Caldos: los caldos de verduras y caseros no solo aportan altos niveles de vitaminas, minerales y electrolitos al cuerpo. También favorecen la hidratación sin requerir un enorme trabajo digestivo.
  • En lo que respecta a las frutas, la manzana es una fruta con efectos astringentes y antiinflamatorios capaz de contrarrestar los síntomas causados por enfermedades como la gastroenteritis. Puede tomarse rallada o en compota
  • Zanahorias y calabazas: estas hortalizas son una excelente fuente de pectina, fibra soluble, potasio y agua capaces de favorecer la formación de las heces, eliminar los síntomas de la gastroenteritis y favorecer la hidratación.
  • Carnes blancas: Las carnes blancas como el pollo, pescado y pavo, a diferencia de las carnes rojas, contienen bajos niveles de grasas y facilitarán el trabajo digestivo. Pueden elaborarse hervidas, a la plancha o al horno.
  • No podemos olvidarnos de la tortilla francesa y las patatas también hervidas o al vapor.
  • En el caso de tomar pan, preferiblemente que sea tostado, ya que se digiere mejor.

En el caso de una dieta blanda no astringente, se compondrá fundamentalmente de alimentos más blandos o líquidos y podríamos incorporar:

  • Caldos de verdura, pollo, pescado
  • También cremas de verduras como de zanahoria, calabaza, calabacín y que evite otras más ácidas como tomate, pimientos, etc.
  • Puré de verduras con legumbre, pollo, o pescado
  • Compotas de manzana, de pera, etc
  • Yogur

Por tanto, los alimentos prohibidos, en ambas modalidades, serían:

 

  • Los de difícil digestión como frutos secos, fritos, bollería, etc
  • Alimentos flatulentos como coles, legumbres, etc.
  • Ácidos como tomate, cítricos, etc.
  • Excitantes como café, refrescos, té, etc.
  • Picantes
  • Dulces
  • Por supuesto habría que evitar el alcohol.

Recomendaciones al hacer una dieta blanda

  1. En primer lugar, hay que señalar que este tipo de dietas suelen ser indicadas por un profesional, en general, un médico que determinará cuánto tiempo debe seguirse. Lo normal es que sean 2 ó 3 días.
  2. Comer lentamente y masticar despacio cada bocado, para tragarlo de la manera más triturada posible y acompañado de saliva que favorecerá el inicio de la digestión.
  3. Evitar condimentos en la preparación de la comida, así como sal
  4. Preferentemente no tomar alimentos demasiado calientes ni fríos. Con alimentos a temperatura ambiente, el estómago funciona mejor.
  5. Es preferible comer en pequeñas cantidades y de manera más frecuente que menos comidas y más copiosas.
  6. No olvidar la hidratación, que es fundamental, tomando el agua a pequeños sorbos.

Como observación final indicar que este tipo de dieta no debe seguirse para perder peso, pues carece de algunos nutrientes fundamentales, como las grasas o la fibra, imprescindibles para nuestro organismo.

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