Ciclicidad femenina: no confundir lo lógico con lo patológico

Ciclicidad femenina

La ciclicidad femenina es una herramienta muy valiosa si se sabe escuchar el cuerpo de la mujer.

Cada mes brinda una oportunidad para observar el estado de las hormonas femeninas y poder corregirlo de cara al ciclo siguiente.

El equilibrio hormonal es muy sensible a situaciones como la nutrición, el estrés, el deporte, el descanso, el estado emocional… y se ve reflejado también en la actividad del intestino.

El ciclo menstrual va más allá de los días en los que sangramos.

Como dice Toni Weschler en su libro “Tu fertilidad“, el ciclo menstrual es una sinfonía muy afinada, una interacción fascinante de hormonas y respuestas fisiológicas.

En un ciclo menstrual equilibrado existen cuatro fases y cada una de ellas es como una estación que trae cambios físicos, emocionales y mentales diferentes y que podemos aprender a usar en nuestro beneficio.

Pero no hablo del Síndrome Premenstrual (SPM) en el que se normaliza que tienes que estar de mal humor, hinchada, con dolor de cabeza, de mamas y constantes llantos difíciles de controlar gestionar.

Hagamos un recorrido por los cambios que nos traen las fases del ciclo menstrual.

MENSTRUAL

Fase preovulatoria

  • Mayor capacidad de concentración y ganas de hacer actividades de mayor complejidad.
  • La energía va en aumento y se incrementa según nos acercamos a los días fértiles.
  • Mayor apertura social, aumentan las ganas de relacionarse, la comunicación y la escucha.
  • El cuerpo se percibe más ágil y la mujer se siente guapa.
  • Fase de estabilidad emocional. Menor actividad del mundo interior.

Buen momento para: adelantar tarea, ya sea laboral o cognitiva como la preparación de exámenes. Conocer gente nueva y mejorar el rendimiento deportivo.

Fase ovulatoria

  • Gran capacidad de concentración y ejecución de tareas. Sensación de «comerse el mundo».
  • El nivel de energía es el más alto de todo el ciclo.
  • Son los días sociales por excelencia y aparecen muchas ganas de relacionarse con los demás.
  • Es posible que haya sensaciones de molestia en el bajo vientre u ovarios.
  • Predominan las emociones como el amor, la comprensión y la paciencia. Mucha tolerancia a la frustración.

Buen momento para: días óptimos para la resolución o la mediación de conflictos. Momento ideal para poner en marcha ideas que se crearon en la fase premenstrual y menstrual. Aumentar la intensidad de las actividades físicas.

Fase premenstrual

  • Se percibe desorden y caos mental, por lo que la capacidad de concentración disminuye y cuesta realizar tareas más exigentes.
  • La energía va disminuyendo y se nota sobre todo cuando se acerca la fase menstrual que llega a su nivel mínimo.
  • Se observa un cambio de actitud y ahora cada vez hay menos ganas de relacionarse con los demás.
  • Ligera hinchazón de pechos y bajo vientre, estando más sensibles a nivel corporal.
  • Más facilidad de explotar ante los conflictos, menor tolerancia a la frustración.

Buen momento para: conocerse y darse tiempo, permitirse estar «más bajita a nivel emocional». No exigirse demasiado en tareas. Es posible que haya energía para realizar las actividades pero que el cuerpo «no responda», mejor deporte de baja intensidad, yoga, taichi,…

Fase menstrual

  • Dificultad para la concentración, sensación de nebulosa mental.
  • Nivel más bajo de energía, momento para descansar y dormir más.
  • Apetece estar sola, con menos vida social, estar «hacia dentro».
  • La parte baja del vientre se percibe hinchada y sensible.
  • Sensibilidad, emociones a flor de piel, menor tolerancia a la frustración.

Buen momento para: escucharse, meditar y satisfacer las necesidades de descanso y conexión con una misma. Leer, pintar, ver tu serie favorita. Deporte de poca exigencia respetando el ritmo del cuerpo.

¿Sabes reconocer cada fase del ciclo? ¿Puede identificarte en cada una de ellas? ¿Crees que no se aplica a tu realidad? Si te cuesta identificar cada fase de tu ciclo y sientes que estos cambios están aumentados, generando que vivas en una noria a nivel energético, emocional, mental y físico va siendo hora de ponerte a mejorarlo. ¿Cómo? Empieza por tus hábitos de vida, ¿cómo te alimentas? ¿duermes bien? ¿practicas algún deporte? ¿cómo gestionas tu salud mental y emocional? Esta es la base para tu salud hormonal femenina.

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